Reseña corta del artículo de Christoff et al. (2016): “Mind-wandering as spontaneous thought: a dynamic framework”

Mind-wandering as spontaneous thought: a dynamic framework

Algunos investigadores en ciencias cognitivas han abordado la divagación mental (mind-wandering) desde tres concepciones distintas que en la práctica se han usado de forma equivalente: “pensamiento no relacionado con la tarea” (task-unrelated thought),“pensamiento orientado internamente” (internally-oriented thought) y “pensamiento independiente del estímulo” (stimulus-independent thought); pero ninguna de ellas son suficientes por cuanto no son representativas de las dimensiones del pensamiento que determinan su contenido ni son compatibles con los mecanismos de constricción que rigen su curso (Christoff et al., 2016).

De un lado, durante los años 90, la psicología y las neurociencias se decantaron por los experimentos centrados en la ejecución de tareas repetitivas (que por su naturaleza implican una cognición orientada externamente); de ahí que los estados de divagación mental se asociaran con una irrupción que cambiaba el rumbo de la cognición hacia el interior. Sin embargo, la evidencia empírica sugiere que durante los estados de divagación mental la cognición también podría orientarse externamente, es decir, el contenido de estos estados también podría versar sobre tareas en curso, estímulos ambientales y, en general, sobre hechos del mundo externo (Christoff et al., 2016)

De otro lado, aquellas concepciones denotan un énfasis en el análisis de la constricción deliberada de los pensamientos por medio de la cual el agente retoma la ejecución de las tareas en curso, pero esto por sí solo no permite distinguir adecuadamente la divagación mental de otros estados mentales similares, como el sueño, la rumiación o la obsesión. Para esto, también es pertinente tener en cuenta los mecanismos automáticos de constricción del pensamiento por medio de los cuales se aprecia el papel de las emociones y los estímulos ambientales en la inhibición y cambio de los estados mentales (Christoff et al., 2016).

Es por estas razones que Christoff y sus colegas sostienen que la divagación mental se podría concebir mejor como un caso especial de pensamiento espontaneo sobre el cual se ejerce una mayor constricción deliberada que en el sueño, pero menor en comparación con los pensamientos dirigidos a objetivos; y que se distingue de la rumiación o la obsesión en tanto estas se caracterizan por un alto grado de constricción automática (Christoff et al., 2016). Dicho de otro modo, los grados de constricción sirven de criterio para establecer una frontera más adecuada entre la divagación mental y otros estados mentales similares.

Esta concepción resulta plausible no solo porque supera las dificultades correspondientes a las ya mencionadas, sino también porque es coherente con los resultados de los estudios neurofisiológicos que explican los procesos de activación y desactivación de las regiones cerebrales asociados a un  conjunto de funciones divididas en distintas clases (donde se encuentra que durante la divagación mental se activan las regiones cerebrales responsables del pensamiento espontaneo); un hecho relevante para posteriores investigaciones dispuestas a recopilar información más precisa acerca de los trastornos mentales vinculados a las alteraciones en los pensamientos espontáneos y a las afecciones en las regiones cerebrales directamente relacionadas con ellos.

Referencias

Christoff, K., Irving, Z. C., Fox, K. C. R., Spreng, R. N., & Andrews-Hanna, J. R. (2016). Mind-wandering as spontaneous thought: A dynamic framework. Nature Reviews Neuroscience, 17, 718-731. https://doi.org/10.1038/nrn.2016.113 

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