Viajar mentalmente en el tiempo

Juan Fernando Álvarez Céspedes
juan.alvarez29@udea.edu.co
Instituto de Filosofía
Universidad de Antioquia

Recuerde la última vez que visitó un resturante lujoso, su última fiesta de cumpleaños o su último viaje por fuera de la ciudad que normalmente habita. ¿Puede recordar dónde y cuándo se llevaron a cabo estos episodios? ¿Puede recordar alguna de las conversaciones que tuvieron lugar en medio de ellos? ¿Recuerda quiénes estuvieron involucrados? ¿Puede configurar una imagen suya en cada uno de los episodios mencionados? Si tiende a responder afirmativamente a estas preguntas, entonces es posible que usted haya viajado mentalmente al pasado. Ahora imagine su próxima cena, su próxima fiesta de cumpleaños o su próximo viaje por fuera de la ciudad. ¿Puede imaginar dónde y cuándo se darán estos episodios? ¿Puede imaginar alguna conversación que se dará en ellos? ¿Imagina quiénes podrían estar involucrados? ¿Puede formarse una imagen suya en cada uno de los episodios? Si responde afirmativamente, los más posible es que usted haya viajado mentalmente hacia el futuro.

“Viaje mental en el tiempo” es una expresión que fue acuñada por los psicólogos Suddendorf & Corballis (1997), para referirse a la capacidad que les permite a los seres humanos proyectarse atrás en el tiempo y re-vivir episodios, o proyectarse en el tiempo hacia adelante y pre-vivir episodios. Los viajes mentales en el tiempo requieren de cierto sistema de memoria que, al parecer, es único a los humanos: la memoria episódica. En 1985 Endel Tulving propuso una suerte de definición de este sistema de memoria, según la cual rememorar un episodio es recuperar cierta información almacenada, a saber, qué me pasó, cuándo me pasó y dónde me pasó. Ocho años más tarde, Tulving (1993) añadió que la memoria episódica está íntimamente relacionada con la conciencia autonoética. Ésta es una experiencia subjetiva en la que recordar un evento experimentado personalmente está caracterizado por una conciencia (awareness) distinta y única de re-experimentar aquí y ahora algo que me ocurrió en otro tiempo y en otro lugar. En términos de Perrin (2016), la consciencia autonoética “refiere a la capacidad de estar consciente del yo propio como temporalmente extendido” (p. 45). Como se ve, la consciencia autonoética (y, por tanto, los viajes mentales en el tiempo) requieren de los conceptos del yo y de tiempo subjetivo, es decir, del viajador y de la dimensión mediante la cual se viaja (Suddendorf & Busby, 2003).

El viaje mental en el tiempo es un sistema cognitivo que compromete muchos mecanismos subsidiarios, tales como, imaginación, autoreconocimiento, memoria episódica y semántica, pensamiento recursivo, teoría representacional de la mente. Además, existe cierta evidencia neurofisiológica que sugiere que los viajes mentales en el tiempo están ligados a la expansión del cerebro en general y del córtex prefrontal en particular (Suddendorf & Corballis, 2007). Como se ve, viajar mentalmente en el tiempo es una capacidad compleja que demanda otras capacidades complejas; no obstante, los viajes mentales en el tiempo nos proveen de una ventaja selectiva crucial: la flexibilidad cognitiva en situaciones nuevas y la versatilidad para desarrollar planes estratégicos a largo plazo, en aras a satisfacer metas individuales. Cuando, por ejemplo, anticipo mi siguiente ponencia e imagino dónde y cuándo será, sobre qué problema será, quiénes podrían estar en el público y me hago una imagen de ella puedo desarrollar estrategias que hagan que la ponencia sea exitosa.

Como cuenta Dorothea Debus (2014), este asunto de los viajes mentales en el tiempo ha suscitado preguntas de gran interés en diferentes disciplinas (incluida la filosofía). En las neurociencias, se han preguntado si hay una base neurofisiológica unificada que subyace a los viajes mentales hacia el pasado y futuro (Cf. Addis et al., 2007; Schacter et al., 2008; Viard et al., 2011). En la psicología del desarrollo, se han preguntado cómo la habilidad de participar en viajes mentales en el tiempo se desarrolla en los niños (Cf. Perner et al., 2010). Otros investigadores experimentales se han cuestionado acerca de la relación entre las deficiencias cognitivas y la capacidad de viajar mentalmente en el tiempo (Cf. Klein & Loftus, 2002). Además, algunos psicólogos han investigado si los animales no-humanos podrían tener la capacidad en cuestión (Cf. Suddendorf & Corballis, 1997, 2007; Clayton & Dickinson, 1998; Suddendorf & Busby, 2003; Corballis, 2013a; Suddendorf, 2013).

En la filosofía el punto de vista ha sido principalmente crítico. Matthen (2010) y Byrne (2010) objetan que la metáfora “viajar mentalmente en el tiempo” es engañosa. Los autores apuntan que cuando se viaja mentalmente al pasado esa experiencia se siente, más bien, como presente. Debus (2014) sostiene que el paradigma de viaje mental en el tiempo bajo el cual opera la psicología y la neurociencia es erróneo, pues asume que viajar mentalmente atrás y adelante en el tiempo son ocurrencias mentales del mismo tipo, cuando, en realidad, no lo son. Finalmente, Perrin (2016) también hace énfasis en la asimetría que hay entre viajar mentalmente al pasado y al futuro, y plantea que tanto un viaje como el otro tienen asimetrías causales y epistemológicas.

En principio, puede que la expresión metafórica “viajar mentalmente en el tiempo” parezca extraña e incluso problemática. ¿Recordar y anticipar episódicamente son viajes mentales en el tiempo? Abiertamente, Suddendorf & Corballis (2007) afirman que “el viaje en el tiempo puede que nunca sea físicamente posible. Por ahora, al menos, los humanos pueden viajar en el tiempo únicamente en sus mentes” (p. 299). De todos modos, quedan abiertas preguntas como ¿cuál es la mejor forma de interpretar la metáfora?, ¿será más adecuado proponer otra expresión para nuestros recuerdos y anticipaciones episódicas? y ¿cómo sería la nueva expresión menos problemática?

Nota: En una muy informal y poco seria encuesta que hice en Twitter pregunté “¿creen ustedes que es posible ‘viajar mentalmente en el tiempo’? (Recordar sería viajar al pasado e imaginar sería viajar al futuro)”. De 15 participantes (no filósofos ni científicos aún), 10 respondieron afirmativamente y 5 respondieron negativamente. Una de las personas que respondió negativamente justificó su respuesta diciendo que, tal vez, sería posible decir que se viaja mentalmente al pasado, pero que no se puede afirmar que uno viaja mentalmente al futuro, pues eso implicaría que nuestras predicciones serían todas exactas. Quizá, quienes quieren cambiar la metáfora existente deberían consultar ciertos habitantes de ese mundo extraño que llamamos “sentido común”.

Referencias

Addis, et al. (2007). Remembering the past and imagining the future: Common and distinct neural substrates during event construction and elaboration. Neuropsychologia, 45, 1363–1377.

Byrne, A. (2010). Recollection, perception, imagination. Philosophical Studies, 148, 15–26.

Debus, D. (2014). “Mental Time Travel”: Remembering the Past, Imagining the Future, and the Particularity of Events. Review of Philosophy and Psychology5(3), 333–350.

Clayton, N. & Dickinson, A. (1998). Episodic-like memory during cache recovery by scrub jays. Nature395(6699), 272–274.

Corballis, M. (2013). Mental time travel: A case for evolutionary continuity. Trends in Cognitive Sciences, 17, 5–6.

Klein, S. & Loftus, J. (2002). Memory and temporal experience: The effects of episodic memory loss on an amnesic patient’s ability to remember the past and imagine the future. Social Cognition, 20, 353–379.

Matthen, M. (2010). Is memory preservation? Philosophical Studies 148: 3–14.

Schacter, D et al. (2008). Episodic simulation of future events: Concepts, data, and applications. Annals of the New York Academy of Sciences, 1124, 39–60.

Suddendorf, T. (2013). Mental time travel: Continuities and discontinuities. Trends in Cognitive Sciences, 17, 151–152.

Suddendorf, T. & Busby, J. (2003). Mental time travel in animals? Trends in Cognitive Sciences7(9), 391–396.

Suddendorf, T. & Corballis, M. (2007). The evolution of foresight: What is mental time travel, and is it unique to humans? Behavioral and Brain Sciences30(3), 299–313.

Perner, J. et al. (2010). Retro- and prospection for mental time travel: Emergence of episodic remembering and mental rotation in 5- to 8-year old children. Consciousness and Cognition, 19, 802–815.

Perrin, D. (2016). Asymmetries in subjective time. In K. Michaelian, S. B. Klein, K. K. Szpunar (eds.), Seeing the Future: Theoretical Perspectives on Future Oriented Mental Time Travel (pp. 39–61). Oxford: Oxford University Press.

Tulving, E. (1985). Elements of Episodic Memory. Oxford University Press.

Tulving, E. (1993). Varieties of consciousness and levels of awareness in memory. In A. D. Baddeley & Lawrence Weiskrantz (eds.), Attention: Selection, Awareness,and Control. Oxford: Oxford University Press

Viard, A. et al. (2011). Mental time travel into the past and the future in healthy aged adults: An fMRI study. Brain and Cognition, 75, 1–9.

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