Chalmers brecha explicativa y superveniencia lógica

Óscar S. Sánchez Muñoz
ostiven.sanchez@udea.edu.co
craso27@gmail.com
Instituto de Filosofía
Universidad de Antioquia

Joseph Levine (1983) introdujo el término de “brecha explicativa” dentro de los debates sobre la conciencia para indicar nuestro incompleto entendimiento de cómo la consciencia podría depender de un sustrato físico. Una manera de dar soporte a la brecha explicativa, como lo hace Chalmers (1996, 131; en adelante, las referencias sin autor ni año serán de este libro), es el argumento de la concebibilidad: es lógicamente posible concebir un mundo con hechos físicos (y funcionales) idénticos a los de nuestro mundo y sin experiencias subjetivas.

Y si es lógicamente posible esto, quienes postulan una explicación reductiva de la conciencia para cerrar la brecha explicativa fracasan, pues no cumplen con las exigencias de la necesidad lógica. ¿Por qué? Para comprender los vínculos de posibilidad lógica, necesidad lógica y explicación reductiva hay que considerar el concepto de “superveniencia”, el cual es central en la argumentación de Charlmers, por lo menos en La mente consciente.

La formulación general de superveniencia sería: las propiedades de nivel superior B supervienen en las de nivel inferior A si todo par de situaciones posibles que son idénticas (indiscernibles) respecto de A son idénticas respecto de B. Por ejemplo, las propiedades biológicas son supervenientes en las físicas si dos situaciones cualesquiera posibles que son físicamente idénticas son también biológicamente idénticas.

Chalmers, a partir de cómo se pueden entender los elementos “situaciones” y “posibles”, distingue, a su vez, varias nociones que se entrecruzan: superveniencia local (entre individuos) y global (entre mundos posibles), y superveniencia lógica y natural. La superveniencia lógica sólo está constreñida a restricciones conceptuales. Mientras que la natural es más restringida, porque debe cuidarse de no violar ninguna ley natural.

En ese orden de ideas, B superviene lógicamente en A si, en todo mundo posible, A implica B (la implicación debe entenderse en términos de necesidad lógica: es lógicamente imposible que A sea verdadero y B no). Mientras que B superviene naturalmente en A si cuando y donde ocurre A es naturalmente posible (no en todo mundo posible, sino en el nuestro) que siempre ocurra B (no en términos de necesidad lógica, sino de una correlación legaliforme entre ambos).

Hay que hacer varias aclaraciones terminológicas sin profundizar en ellas. Chalmers no identifica la necesidad lógica de un enunciado con la noción de derivabilidad de la lógica formal, sino que dice que aquélla debe entenderse “en términos de su verdad [conceptual] a través de todos los mundos lógicamente posibles”. Y verdad conceptual debe entenderse como “la noción de que algunos enunciados son verdaderos o falsos simplemente en virtud de los significados de los términos involucrados” (p. 83).

En cuanto al significado, él parte de una semántica bidimensional y los conceptos los reduce a sus intensiones primarias y secundarias (p. 96). Estas son funciones de mundos posibles en referentes asociados con cualquier concepto: “una intención primaria (determinada a priori) que fija la referencia en el mundo real, y una intensión secundaria (determinada a posteriori) que selecciona la referencia en mundos contrafácticos” (p. 176). Por ejemplo, la intensión primera del concepto “agua” sería algo así como “sustancia acuosa”. Y a partir de esa intensión primaria en el mundo que se toma como real se deriva una secundaria como H2O que se selecciona en todos los mundos posibles.

Ahora bien, las nociones de superveniencia y de necesidad lógica se conectan con las explicaciones reductivas. Estas últimas, para Chalmers, tienen por finalidad eliminar el misterio de que algo “extra” ocurra (p. 79). Y esas explicaciones son satisfactorias cuando ofrecen un análisis de cómo una propiedad de nivel superior superviene lógicamente (y globalmente) en una de nivel inferior. Si la superveniencia lógica falla, “siempre habrá una pregunta ulterior sin respuesta: ¿Por qué este proceso de nivel inferior está acompañado por el fenómeno [superior]?” (p. 78).

Bajo ese esquema, ¿puede la conciencia supervenir lógicamente en lo físico?, Chalmers acepta la superveniencia natural de la conciencia en lo físico, pero no la lógica. Una forma de ilustrar la postura de Chalmers es la siguiente: si la conciencia superviene lógicamente en lo físico, quiere decir que una vez Dios establece todos los hechos físicos, a estos los acompañan los hechos conscientes automáticamente.

Pero para Chalmers no es lógicamente imposible concebir un escenario distinto. Dios podría crear un mundo zombie en el cual una vez establece todos los hechos físicos, los hechos conscientes no los acompañan como una consecuencia automática (es decir que A no implique B en el sentido antes señalado). Si no pasa esto último, no podríamos decir que hay superveniencia lógica. Y si no se da ésta, la explicación reductiva falla y la brecha explicativa queda abierta.

Me parece que Chalmers es claro al conectar superveniencia, explicación reductiva y necesidad lógica, pero no lo es al argumentar por qué una explicación reductiva satisfactoria implica una necesidad lógica y no una natural. Es posible que la respuesta se encuentre en algún supuesto de su visión del análisis conceptual. De acuerdo a Block y Stalnaker (1999), Chalmers supone lo que ellos llaman “conceptual analysis thesis”, según la cual el análisis conceptual es necesario para cerrar la brecha explicativa. Así, para Chalmers: 1) Hay una brecha explicativa. 2) No se puede dar un análisis conceptual a priori de la conciencia en términos microfísicos (o funcionales). 3) Para cerrar la brecha explicativa es necesario que 2) sea falso. Pero uno podría problematizar lo siguiente: incluso si alguien aceptara 2), ¿se debe aceptar 3)? Para Block y Stalnaker no*. Además, para E. Diaz-Leon (2011) la visión del análisis conceptual de Chalmers supone una tesis de la implicación a priori que resulta en un modelo de reducción basado en una implicación de ese tipo y que Chalmers aplica a lo fenoménico: “if there is no a priori entailment from microphysical truths to phenomenal truths, then reductive explanation of phenomenal truths in physical terms is imposible”**.

*Para un tratamiento del debate Block & Stalnaker versus Chalmers & Jackson, ver el capítulo 6 de Senderowicz (2010).

**Para una crítica de la implicación a priori ver el mismo texto de Diaz-Leon.

Bibliografia

Block, N., & Stalnaker, R. (1999). Conceptual analysis, dualism, and the explanatory gap. Philosophical Review108(1), 1-46.

Chalmers, D. J. (1996). La mente consciente. En busca de una teoría fundamental. Barcelona: Gedisa.

E, D.-L. (2011). Reductive explanation, concepts, and a priori entailment. Philosophical Studies155(1), 99-116.

Levine, J. (1983). Materialism and qualia: The explanatory gap. Pacific Philosophical Quarterly64(October), 354-361.

Senderowicz, Y. M. (2010). Controversies and the Metaphysics of Mind. Amsterdam/Philadelphia: John Benjamins.

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